Es más liviano que el acero, pero cinco veces más fuerte que el concreto, mucho más económico de producir, más liviano, renovable e incluso más sismo-resistente. El bambú es uno de los materiales de construcción más ecológicos y accesibles de la actualidad. Se da en casi todos los rincones del planeta y tenemos la suerte de contar con grandes oportunidades de producirlo en Venezuela para así contribuir a un mundo más verde.
Por Yesmín Sánchez - Cortesía Bambú Venezuela
El bambú es un término genérico que agrupa a todas las cañas huecas, pero en cada país y región cambia su denominación, por esa razón nos referiremos en esta nota específicamente al bambú del género Guadua y a la especie angustifolia, natural de Venezuela, Colombia y Ecuador.
Ya ha sido introducida en centro y suramérica, así como también en Asia, entre otros, debido a sus excelentes características físicas y mecánicas como son la resistencia, peso, flexibilidad y algo muy pero muy importante: su carácter renovable. Se puede comparar una plantación de árboles y una plantación de bambú: mientras los árboles toman muchos años para su crecimiento y desarrollo hasta alcanzar diámetros comerciales (algunos demoran 20 años), el bambú sólo necesita 36 meses para ser aprovechado (según de las condiciones ambientales).
Material accesible
Para conocer las bondades de este material de construcción, conversamos con Alfio Verdecchia, director de Bambú Venezuela, una empresa que se ha dedicado a la mágica aventura de darlo a conocer como insumo alternativo para edificar casas, comercios, etc.
La primera característica del bambú que salta a la vista es su carácter rápidamente renovable. Verdecchia indica que “si talamos un árbol, éste debe ser reemplazado y esperar otros 15 o 20 años, mientras que el bambú no lo talamos, simplemente hacemos una poda selectiva de los tallos maduros y de esa forma conservamos la planta que cobra fuerza tras cada poda y cada año tendrá nuevos tallos, lo que permite una cosecha sostenida durante 30 o más años. Es una planta y un cultivo altamente renovable, lo cual le confiere más valor como material de construcción”.
Pero rememorando el origen del uso del bambú en Venezuela, Verdecchia se remonta a las poblaciones indígenas. “Su uso se correspondía a los materiales naturales disponibles y aunque en esos tiempos existían todo tipo de árboles maderables, seguramente no ofrecían las características que ofrecen las cañas de bambú: flexibilidad, poco peso, gran resistencia y versatilidad por la cantidad de aplicaciones en el ensamble de estructuras, así como de implementos de trabajo”.
Muchas oportunidades, pocos cultivos
Muchas oportunidades, pocos cultivos
Podría decirse que el uso de este elemento en la construcción es una faceta con muchas oportunidades por desarrollar ya que la gran piedra de tranca tiene que ver con su cultivo.
Si bien es una planta que se puede producir en gran parte del territorio nacional, aún no existe la cultura para promover su cosecha. “El bambú se encuentra disperso en importantes franjas de bosques pero lamentablemente no se conocen a la fecha plantaciones comerciales. Bambú Venezuela cuenta con una pequeña plantación y estamos en la búsqueda constante de propietarios de tierra interesados en establecer alianzas para su aprovechamiento comercial. Hay mucho por hacer aún en nuestro país en este sentido”, explica Verdecchia.
Si bien existen, según esta empresa, importantes bosques naturales de esta planta distribuidos principalmente en los Andes y parte del centro-occidente, luego pequeños parches aislados en el oriente venezolano y finalmente importantes bosques en el sur del país, “lo lamentable es que son reemplazados por actividades como la minería, ampliación de fronteras agrícolas y otras actividades antropocéntricas que atentan no sólo contra el recurso bambú, sino además contra toda la diversidad biológica que aún queda en nuestros espacios naturales”.
Un largo camino
Un largo camino
Fue en 2003 cuando Bambú Venezuela inició el largo camino del manejo y aprovechamiento de este material de construcción. “Nuestro enfoque o premisa ha sido siempre realizar una actividad responsable que genere reales oportunidades también a comunidades rurales y al ambiente, considerando las bases de la sostenibilidad: aspectos sociales, ambientales y económicos. Nos ha correspondido explorar un duro camino en cuanto a trámites con propietarios de fincas para solicitudes de corte, movilización de tallos, lo cual es un punto medular de la actividad ya que no se puede hablar de construcciones si no contamos con tallos para ello”.
Aunque a la fecha son pocas las estructuras realizadas con bambú, cada día son más las personas que solicitan material y asesoría para trabajar con este material. Y no es para menos. “Las construcciones con bambú son más expeditas, comparadas con construcciones tradicionales ya que se trata de ensamblar estructuras livianas con poca tecnología y herramientas menores tales como sierras, taladros, formones, seguetas, brocas, etc. Como ejemplo, una estructura para una vivienda de 80 m2 puede ser ensamblada en una semana, claro que debe contar antes con la losa o piso y pilotines para colocar las columnas de bambú. Una vez realizada la estructura viene el recubrimiento de paredes y techo, luego detalles y equipamiento interior. Dependiendo el tipo de vivienda a realizar, se puede estimar un lapso de tiempo promedio de 3 meses, siempre dependiendo de las dimensiones, diseño, etc. Pero es definitivamente más económica la construcción al disminuir el tiempo de la misma”.
Coordenadas: Bambú Venezuela bambu-venezuela@hotmail.com http://bambu-venezuela.blogspot.com
Curiosidades
Curiosidades
El bambú debe ser cortado en la fase de luna menguante, que es cuando posee menor cantidad de fluidos en su interior. Esto debería ser suficiente para que resista años de uso, pero para asegurar que no sea atacado por plagas, se recomienda sumergirlo en pentaborato de sodio (una solución de bórax y ácido bórico al 5%, por lo menos por 24 horas), luego dejarlo secar a la sombra durante unos 30 días y está listo para su uso en construcciones.
Recientemente, la Ciudad de México develó la mayor estructura de bambú nunca antes construida. El Museo Nómade es una estructura temporal de tres naves de 5.130 metros cuadrados que ocupa casi la mitad de la Plaza del Zócalo, la más grande de América Latina.
David Sands, un arquitecto basado en Hawaii, dice que dos famosas personalidades de Hollywood, a quienes no puede identificar, recientemente consultaron sobre la compra de casas al estilo Robinson Crusoe que su empresa, Bamboo Technologies, construye en Vietnam y luego las embarca en paneles para ensamblarlas rápidamente en cualquier parte del mundo.