El bambú es ideal para hacer carbón cuando la cosecha tiene de 4 a 5 años. Luego se quema a 600 grados Celsius o más. El carbón vegetal de bambú cuenta con más cavidades aún, por lo que tiene más capacidad de absorción de olores y humedad que el producido con madera. Sin esta alternativa, el carbón de leña de la madera seguirá siendo la fuente alternativa de energía primaria en las siguiente décadas, lo que tendría consecuencias desastrosas (debido a la tala de arboles; el bambú no se tala, se poda, lo cual beneficia al bambusal). El carbón de bambú tiene la capacidad de absorber los olores de las viviendas, así como de refrigeradores; es capaz de absorber la humedad de las camas cuando se usa en artículos de lencería; puede absorber los gases tóxicos que están en el aire; y puede eliminar las toxinas del agua (según la temperatura de carbonización), cuando el entorno es más húmedo que el carbón de bambú, puede absorber la humedad del aire. El vinagre de carbón de bambú que se extrae cuando se hace el carbón de bambú, se utiliza como un repelente contra zancudos.
Alrededor del mundo, la industria de textiles ha sido una de las principales beneficiarias de la nano tecnología, al mismo tiempo que ha aumentado el interés en las telas ecológicas. La nano tecnología puede usarse para hacer fibras que son en sí mismas de nano tamaño, o para crear nano revestimientos que pueden aplicarse a fibras naturales o sintéticas de tamaño normal. Asimismo, la nano fibra de carbón de bambú puede fabricarse agregando nano polvo de carbón de bambú durante el proceso para hilar las fibras de tamaño normal, o agregando carbón de bambú a los polímeros sintéticos. Sus aficionados afirman que la tela hecha con nano fibras de carbón de bambú puede absorber olores y humedad, mantener el calor y resistir el moho y los microbios.
El carbón vegetal es un producto ecológico; cuando termine de usarlo, fragméntelo en pequeñas piezas y devuélvalo a la naturaleza.