(Opas Chotiphantawanon / Alamy) |
La fibra de carbono sigue siendo hoy en día la panacea de los materiales ligeros y resistentes. Y así se lo ha descrito desde el siglo pasado, que no es poco. Pero aún así, sigue siendo caro y complicado de fabricar, y puede llegar a ser demasiado frágil si no se fabrica correctamente. Además, no es reciclable y puede perjudicar seriamente el medio ambiente durante su producción. Es decir, que cuanto antes encontremos un sustituto menos contaminante y más barato de fabricar y/o destruir, mucho mejor. Pero, ¿y si ya lo tuviéramos enfrente de nuestras narices?
Potencial sustituto de la fibra de carbono
Uno de los primeros fabricantes de automóviles que ha
pensado en el bambú ha sido nada menos que Lexus, una de las divisiones de
Toyota, el cual ha empezado a usar materiales renovables en algunos de sus
vehículos, aunque de forma muy limitada. De momento son 8 modelos donde el
bambú forma parte del volante, y en algunos modelos como el CT200h también lo
usa en los diafragmas de los altavoces.
El Lexus GS450h 2013 posee un volante único de Bambú (Lexus) |
Podemos pensar que lo de explotar la naturaleza tiene sus
obstáculos, como el tiempo de espera de maduración del bambú por ejemplo. Sin
embargo, según comenta Shuichi Ozaki, uno de los ingenieros de Lexus, su bambú
necesita solo de 3 a 4 años para madurar, lo que significa que es 10 veces más
rápido que algunas maderas de uso común como el nogal.
Por otra parte tenemos la opinión de Gary Young, un conocido
fabricante de tablas de surf que ha pasado su vida utilizando materiales
alternativos a los típicos de la industria desde que en 1973 empezó a
especularse con el final del petróleo:
El Fiat 500L Trekking 'Street Surf' utiliza carcasas de los retrovisores de bambú. (Fiat) |
Gracias al proceso de unión de resina epoxi sobre el bambú, como ya usa Gary Young en sus tablas de surf, el bambú podría superar muchos obstáculos que tradicionalmente habrían sido difíciles para poder implementarlo como material de fabricación de automóviles. Por ejemplo, podría resistir el fuego, absorber mejor los impactos sin romperse, etc. Además, el bambú es muchísimo más barato que la fibra de carbono, y crece realmente rápido (algunas especies llegan a los 100 cm por día).
Por otra parte, el polvo resultante de la producción del bambú industrial se descompone de forma natural, a diferencia del polvo de la fibra de carbono u otros materiales artificiales, que acaban siendo alojados en vertederos.
Aún así, existen algunas dudas. Todos estos factores han
supuesto el éxito del uso del bambú en ciertas aplicaciones como la fabricación
de tablas de surf, pero no está claro si la misma forma de uso y fabricación a
nivel industrial tendría el mismo efecto en los automóviles, pues necesitan
piezas más grandes y una producción a mayor escala.
De momento no podemos afirmar que el bambú reemplazará a la
fibra de carbono. Pero, quién sabe, puede que en un futuro las cosas cambien.
Via BBC Publicado por Omicrono.com
Via BBC Publicado por Omicrono.com